CANCIÓN PARA QUEBRAR LAS COLUMNAS DE UN CASTILLO DE CRISTAL

Afuera hace frío y mis palabras trasladan la nieve de las montañas,
camino cansado después de una guerra, quiero tu consuelo, deseo tu regazo.
Pero todavía traigo sangre en las manos y cabellos entre las uñas,
todavía me duelen las piernas de caminar sin rumbo y pisar cráneos.
Me diste el más grande recorrido, y llegue gozoso de traerte el triunfo,
entrar después en tu cama y hacer mías tus entrañas. No sentir mas frío.
Pero sigo furioso, grito el triunfo, levanto la bandera y el pedazo de roble que
sostiene se quiebra. No confío más en tu amor. Duele hondo en el corazón.

Sigues de rojo como el primer día, vienes a mis brazos y tu mirada canta
alabanzas antañas, de esas que olvida las personas pero no el tiempo.
No te sostengo, porque me pesas más que la espada y el escudo.
Olvide tu figura, tus facciones y el olor de tu pelo.
Lloro de coraje al recordar que tú me despediste ese día, lloro al rememorar
que fueron tus palabras las que me hicieron irme, tu tomaste la decisión del
soberano, yo la del corazón enamorado.
Todo por complacerte, todo por adorarte.
Los pies pesan, cargan un corazón enojado, furioso, encarnado en cólera.
Me fui y no pensé dejarte de ver tanto tiempo, como perdonarte que haya olvidado tu cara,
tus manos, tus labios, el sonido de las palabras que salen de tu boca y
la locura de mis ojos cuando entras en sus orbitas.
Te presiono mas fuerte, mis brazos estrujan tu cintura, quiero encajarme tus
huesos, fusionar nuestra piel, herir sin dolor.
Mis ropas me estorban, me sofoca que no digas nada, tomo mi espada y la arrojo,
el escudo cae como una hoja de sauce. Yo me deslizo por tu cuerpo y caigo de
rodillas, quiero escuchar el sonido del corazón en tu vientre.
Quiero exigirle una respuesta, que me digas como le hiciste tú para aguantar
tanto, donde dejaste tu cuerpo, donde guardaste tu alma.

Y sin movimiento, con el simple sollozo de cualquier amor verdadero,
me digno esperar tu suerte, y aunque pasen primaveras en mi palacio
entroncare un infinito invierno hasta otra vez estar a tu lado.

El amor nunca muere, morimos nosotros.

Escrito en el 2009. Publicado en FB en 2010. Recordado en Febrero del 2012, para el reinicio.